Emociones Desafiantes en el Proceso de Duelo

La etapa de la ira en el duelo es una parte integral del proceso de sanación. Reconocer, aceptar y manejar la ira de manera saludable nos permite avanzar hacia la aceptación y la paz interior. A medida que navegamos por esta tormenta emocional, recordemos que no estamos solos y que el tiempo y el apoyo pueden ayudarnos a encontrar la calma en medio de la tempestad.

Puedes sentirte enfadado y resentido por la pérdida. Puedes sentirte frustrado por la injusticia de la situación o por la sensación de impotencia que sientes. La ira es una respuesta natural a la pérdida y puede ser una forma de procesar y expresar las emociones intensas que están experimentando.

Conforme vamos aceptando la realidad y van apareciendo más y más preguntas, comienza el proceso de sanación. Nos vamos sumergiendo en todo eso que en un principio esconde la ira. La ira no tiene por qué ser lógica, es un sentimiento y muy necesario para sanar. En el momento en el que te sientes capaz de vivir el sentimiento de ira y escucharlo, comienzan a salir esos otros sentimientos que se escondían detrás de ella. Puede que te desconcierten, porque el pánico, el dolor, el sufrimiento, el sentimiento de soledad, el mayor vacío… llegan cuando ya parece que todo cobra un poco de normalidad en tu vida.

Puede que llegue a aparecer un sentimiento de alivio que te descuadre completamente, acompañado de culpa, si no se entiende porque sucede. Cuando el proceso de perdida es muy largo en el tiempo o se ha sufrido muchísimo, es normal sentir alivio por una situación que ha dejado de pasar. Ya sea por una enfermedad larga o particularmente dolorosa. Sientes alivio porque tú también llevas sufriendo todo ese tiempo, y aunque ahora te encuentres superando una perdida, esa circunstancia que te causaba tanto dolor ya no existe.

A menudo es una fase en la que nos lo cuestionamos todo, hasta nuestras creencias más profundas. ¿Qué papel desempeña Dios en todo esto? ¿Cómo puede permitir ciertas cosas o circunstancias? (con el tiempo le encontrarás sentido…)

Permítete vivirla, no dejes que nadie le quite importancia a esta fase, ni te critique… y menos tu. No sientas culpa por sentir un amor tan grande que haga florecer este sentimiento ya que es el más superficial y nos ayuda a regular la intensidad del momento.

Permítete estar enfadado y sentirlo, saca tu ira y frustración físicamente… a través de alguna actividad, puede ser algo tan elaborado como la música o el arte, o puede ser algo tan sencillo como ir a la naturaleza y gritar si lo necesitas. Por experiencia propia te digo que las dos me han ayudado mucho, incluso las artes marciales, pero la segunda es algo que no me permito muchas veces y la verdad que te quedas nueva 😉.

Me gustaría hacer hincapié en un sentimiento que a menudo aparece y no se le da mucha importancia…

La envidia, es algo que aparece cuando comenzamos a plantearnos preguntas del tipo… ¿Por qué a mí? Entonces comienzas a ver a tu alrededor y a darte cuenta de que algo dentro de ti se remueve. No te sientes bien, y sientes que te gustaría tener lo que otro tiene, ni siquiera lo que tú has perdido… es algo que puede hacerte caer en un bucle nada sano para ti. Si te descubres con este sentimiento o con pensamientos de este tipo y aun no has pedido ayuda profesional es momento de hacerlo.

Estoy aquí para cualquier pregunta que quieras hacerme y si está en mis manos cuenta con mi ayuda.

Gracias, gracias, gracias.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *